Escrito por Oscar Leiva Marinero.
lrededor del año 1997, una nueva camada de fieles "guanarrockers" empieza a alinearse para la batalla. Hay nuevas bandas, sonidos extremos, nuevos estilos; y por siempre la inmortal vibra del buen rock.
La escuela
Esta generación vio nacer y caer el movimiento "Grunge" llamado por algunos "Rock Alternativo". En la etapa "post–grunge", muchas bandas experimentaron tonalidades distintas que resultaron ser difíciles de encasillar bajo un estilo. Esa rica fusión, a la que nadie sabía o se atrevía a bautizar, fue catalogada al final como "alternativa" con algún otro añadido (alternative-metal, etc.). Es por eso que a muchas bandas se les denominaba así, aunque en realidad fueran otra cosa.
Los rockeros del "2mil" vieron emerger a gente como Rage Against The Machine; un grupo norteamericano de protesta que empezó a marcarse como gran influencia en los sonidos de las bandas locales como La Pepa. Luego vendría la fiebre desatada por el grupo KORN.
También se escuchaba mucho la banda española Heroes del Silencio, que se caracterizaba por la poesía en sus letras. Este grupo empezó a dominar el área del rock en español. Una banda nacional llamada Eclipse era una fiel y perfecta fotocopia de los rockeros ibéricos y ofrecía cualquiera de sus canciones en su repertorio.
En ese tiempo, se escuchaban todavía algunas melodías de bandas como Nirvana, cuya historia terminó con el trágico suicidio de su guitarrista y vocalista Kurt Cobain. La música de este grupo contaba con miles de seguidores guanacos. Uno de ellos, David Gallardo, quien es hoy la guitarra líder de el grupo Ayustush, confiesa: "por Nirvana hice un grupo". De seguro, su caso no fue el único.
Ahogados por el Pop
Actualmente, el rock no pasa por muy buenos momentos a nivel comercial. En la cadena musical MTV, y en otros canales de música, predomina una variedad de artistas Pop. Las "boybands" (bandas de chicos) como N´SYNC, Backstreet Boys y otros han retomado con éxito la fórmula ochentera de los New Kids on The Block. La receta de su éxito: una onza de la música "easy listening", tres cuartos de sonidos pegajosos y letras que no requieren de mayor esfuerzo mental para asimilarlas; agregándole a esto una fuerte cantidad de caras bonitas y bastante piel, al desnudo.
Ejemplo de ello es el mercado musical que se encarga de lucir a ¿bellas? y voluptuosas estrellas adolescentes de la talla de Britney Spears, Cristina Aguilera y Jessica Simpson, que intentan seguir desesperadamente los pasos de Madonna -la chica material-, que consiguió abofetear la moral de los críticos musicales un par de décadas atrás.
A principios del nuevo siglo, el "power", el "numetal" y otro tipo de fusiones empiezan a ganar campo. Se escuchan bandas como Limp Bizkit, Linkin Park, System of a Down, Slipknot, Creed, God Smack, Tool y otras agrupaciones de calibre. El rock es ya una institución mundial. Es un género que no parece debilitarse con el tiempo, acumula nuevas "ondas sonoras" en su acervo musical, se hace cada vez más complejo, se reinventa y satisface todo tipo de gustos con sus decenas de ramificaciones.
Rock vrs. Tecno
Pero el rock nacional apenas ha salido de la batalla contra la cumbia cuando la guerra ha estallado en otro frente. Los gustos de la gente joven están confrontados y perfilan distintas personalidades y estilos de vida. Los noctámbulos salvadoreños suelen tener varias formas como disfrutar la agitada vida de los fines de semana. Entre las opciones más comunes se encuentran los bares que hoy prefieren a las "rocolas" que a los grupos.
Lo común es encontrarse clubs y discotecas que ofrecen lo último de la "new age" electrónica. El tecno ha calado duro en los gustos de la juventud salvadoreña. Eso se manifiesta con profusión en la programación de la mayoría de las emisoras.
Para ser un rockero...
Los rockeros viven "debajo de agua", dan guerra por ganarse un público selecto y fiel. Sufren por el limitado número de lugares adonde expresarse. Siguen cargando el eterno problema de la falta de apoyo de parte de los patrocinadores.
Mantener un grupo es una empresa difícil. El equipo se deteriora, hay que reparar piezas, comprar cuerdas, arreglar amplificadores, estar actualizado en cuanto a recursos y dispositivos... Sin dinero ningún grupo avanza. Muy pocos tienen los medios para plasmar su creatividad en un disco. Una buena producción discográfica cuesta alrededor de 10 mil colones, si se toma en cuenta el tiempo de estudio y los materiales necesarios para grabar. A pesar de todo, algunos logran conquistar ese sueño.
¿Recetas? Lo más importante, en cualquier grupo, es el espíritu de comunión y la moral. Esto ayuda a sobrevivir los momentos de crisis y permite gozar el triunfo de una manera comunitaria. Otro elemento importante es la disciplina y la convicción. Para tocar en un grupo no sólo hay que amar la música, hay que dedicar horas de tiempo para ensayar hasta que todo salga perfecto. Hay que ser creativo y estar dispuesto a cargar con el "qué dirán" de padres, familia y sociedad.
Hay que irse dando golpes. A veces el público no aplaude, a veces el público enloquece. Nadie lo sabe mejor que los que están o han estado arriba del escenario.
La tendencia actual sigue siendo la cultura del bar. Sin embargo, hay gente que se está preocupando por "armar" recitales masivos como el festival anual "Guanarock".
El movimiento parece estar en su apogeo. Hay conciertos casi todas las semanas. Para comprobarlo uno sólo tiene que inspeccionar las carteleras de los medios de comunicación en las que se anuncian los toques de la guana-raza.
Algunos medios radiofónicos, sabedores de la mayor aceptación de las masas hacia lo nacional, han cedido algunos espacios, limitados pero importantes, al rock trucho. Algunas radios tienen programas dedicados a transmitir pura música rock nativa. Dos de ellos, merecedores de aplauso por su esfuerzo y por la fe a lo nacional, son "Subterránica", de La Femenina (102.5 FM) y "Rock del Barrio" de La Astral (94.9 FM).
La actualidad
Mark Bell, bajista del grupo R.C.P -uno de los más importantes de la nueva ola 2mil-, comenta: "yo lo que veo es que hay una competencia entre tres tipos de música bien definidos: los punk–ska, que está bien fuerte; el power y death metal, de la mara del rockers club; y la gente que hace power".
En efecto, el punk está pegando fuerte hoy en día. Muchos jóvenes incorporan las cadenas, los aretes, las muñequeras con púas y los excéntricos cabellos erizados en sus atuendos. Los conciertos de este tipo de grupos se llenan a más no poder.
El punk, aquella vieja música de los setenta, empezó a resurgir internacionalmente en los años noventa con bandas como Green Day, NOFX y Pennywise. Actualmente, Blink 182 es una de las bandas más jóvenes del estilo. El Ska también va ganando terreno.
Una de las primera bandas salvadoreña de punk fue Shock (90´s), quienes todavía se presentan en algunos antros. Otra banda buenísima era La Sexta Virgada, aunque la banda se deshizo, todavía se puede obtener su música a través de www.audiogalaxy.com. Actualmente hay bandas que se dedican sólo a este estilo. Entre ellas se encuentran: Adhesivo Punk, Los Rosty, y Al Skamote (Punk – Ska).
El Rockers Club también se perfila como una organización muy bien cohesionada. Después del terremoto tuvieron que desalojar el local de FENASTRAS, su vieja cueva, pero siguen dando conciertos en los que usualmente se presentan grupos internacionales del escenario del "heavy" y "death" metal. Entre estos grupos se encuentran Soom Drag y Angelus.
La tercera arista se la lleva el estilo Power. En realidad es un hard rock o rock pesado -influenciado mucho por el rap core en el caso de Ayutush-. El sonido es agresivo y enérgico. Muchas bandas power se fueron formando a finales de los 90, y las que trascendieron disfrutan hoy de cierta popularidad en los "2mil". Entre las bandas más fuertes están La Pepa y Clandestino 10-4.
Una de las bandas que más aceptación tuvo en los albores del nuevo milenio fue Aborígenes. Lamentablemente, se quedaron en el camino. Su cantante, El Conejo, engrosó las filas de los migrantes salvadoreños en los Estados Unidos. Entre los integrantes de los aborígenes se encontraba el mítico Jaime "Hulk" Varela en la guitarra, quien venía del grupo La Iguana.
En ese momento, la banda se configuraba como "lo más decente", del estilo power metal. Por suerte, se conserva algún material discográfico de ellos y actualmente se juntan en ocasiones especiales.
La despedida
Los años "2mil" verán profesionalizarse a otra camada de grupos. Ellos tendrán que enfrentarse con valentía a todas las barreras y dificultades que ha venido arrastrando el rock nacional como una añeja maldición. No todos lo lograrán, pero aquellos que lo hagan quedarán marcados en lo más profundo del alma por un sentimiento y una pasión que los unirá para siempre a esta religión llamada rock.
Tenemos carne fresca. Están Las tres ramas del árbol (Jazz), Pashpak, Tótem, Minium y otros que intentarán sumarse a los selectos gustos de la "Guana-raza".
A estos guerreros urbanos les tocará escribir nuevas historias del rock. La locura no se detendrá mientras existan jóvenes alegres, inconformes, rebeldes, creativos, soñadores, agresivos, espontáneos y "pelados" como lo son los guanarockers.
Esperamos que todo su talento y entrega sea reconocido algún día cercano y que pongan en alto el nombre del rock salvadoreño. Mucha suerte a todos. Que Dios les bendiga y ¡Larga vida al rock!
Fuentes: Luis López, Tony Delgado, Alirio Guerra, Pamela Robin, Carlos Walter, David Gallardo, David Méndez, Jaime Varela, Mark Bell, Rafael Rosa, Gerado Rosa, El "Sapo" Torres, Cesar Magaña, Chente y Gerardo Sibrian, Rafael Alfaro, Joel Barraza, Caito Carrillo, Jaime Varela, Cesar Magaña, Orus Villacorta, Marcial Amaya, Javier Gómez, Alejandro Funes y a todos aquellos que contribuyeron de alguna u otra forma. Gracias a todos los que hicieron posible este espacio.
http://www.elfaro.net/Rock/entrega7.asp
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