Diez Años de la "Milicia Metal"

Rocker’s Club de El Salvador no marca el comienzo del metal en El Salvador, sino la solidez que tendría este género del rock diez años después de su creación. He aquí su historia

Dos años después, las bandas nacionales de metal seguían tocando. Broncco había aparecido en la televisión y en la radio con singles como “El vendedor de sueños”.

Antes de Soomdrag, Elegy of Myself, Angelus, Darkness In The Moon y del mismo Rocker’s Club de El Salvador, ya habían pateado escenarios viejas alineaciones como Broncco, Zoter, Sepulcro, Sepelio, y Renegado, las cuales fueron influencias directas para crear las primeras concepciones de hacer un movimiento metalero.

Para 1985, aquellas cinco bandas (y otras cuyos desarrollos se desconocen) promovían el metal nacional, mientras Iron Maiden, Sepultura, Slayer, Over Kill, Death, Napalm Death, Metallica, Angeles del Infierno, Barón Rojo, Luzbel, Rata Blanca y muchas más, daban fuerzas para planear un proyecto propio y exitoso.

Dos años después, las bandas nacionales de metal seguían tocando. Broncco había aparecido en la televisión y en la radio con singles como “El vendedor de sueños”. En la escena de aquellas épocas deslumbraba la figura de Edwin Marinero, quien junto a Noel Sánchez, concibió la idea de una organización en pro del rock nacional.

“Empezamos a hablar de cómo podría surgir un movimiento más fuerte y organizado en el país”, recuerda Marinero. En ese año, 1997, se marca la primera concepción de Rocker’s Club de El Salvador.

La concepción

Para 1989 se consolida el proyecto Rocker’s Club de El Salvador, bajo la tutela de Edwin Marinero y Noel Sánchez. La organización no presentó resultados concretos, pero ya habían reuniones para crear fondos y realizar el primer concierto.

De tal forma, la organización difundió hojas volantes sobre un festival en el lago de Güija, el cual sería el primero que marcaría la creación formal del movimiento. A pesar de todo, el festival nunca llegó a realizarse.

1990 tampoco trajo movimientos fortificantes para Rocker’s Club, sin embargo, se habían asociado treinta personas.

Un año después, había alrededor de cincuenta miembros inscritos en la organización metalera, en los que se encontraban Alex Quezada, vocalista actual del grupo Elegy of Myself, Sepelio, y los integrantes del ahora Renegado.

Desde 1988 hasta el inicio de la década de los 90, Rocker’s Club de El Salvador inició el fenómeno “bola de nieve”, que a medida rodaba, atraía más adeptos entre los cuales se encontraban piezas claves para la creación de grandes conciertos (Alirio Tiznado, líder de Sepulcro, tenía contactos en Guatemala).

Inicia la cuenta

El 21 de diciembre de 1992 se realiza el primer concierto organizado por Rocker’s Club de El Salvador. Este evento se realizó junto a la sociedad de estudiantes de Derecho de la Universidad de El Salvador, SEPRUES, en el auditorio de esta institución educativa.

El concierto fue sustentado con Renegado, Sepelio, Trash, Metal Doom. Con ellos, Rocker’s Club de El Salvador tomó mayor credibilidad, pero solo a nivel de rockeros.

“En la universidad, un movimiento estudiantil en contra de SEPRUES protestaron en su contra por haber manchado la imagen de la universidad llevando peludos, rockeros, drogadictos, satánicos.

Luego las puertas de la universidad fueron cerradas”, según recuerda Marinero.
Los siguientes conciertos fueron realizados en la Casa Comunal de la Colonia Amatepec.

Un buen año

1993 para Rocker’s Club significó un buen año debido a que, además de varios conciertos, se realizó el primer festival con bandas extranjeras: Spectal Profecy, Roting Corpse y Grave Stone de Guatemala. Este fue realizado el 23 de octubre en el Centro Nacional de Artes, CENAR.

Dos meses después, el movimiento “underground” invitó a la banda Cenotaph de México, y en cual también estuvo Mantra de Costa Rica, Renegado y Sepelio. Este concierto se realizó en la Colonia Monserrat, mientras que la entrada costó treinta colones.

Con los dos festivales, Rocker’s Club de El Salvador llegó a inscribir entre finales del 93 y principios del 94 a más de 500 personas. Además de ello, el movimiento crea la conexión entre El Salvador, Guatemala y México. Posteriormente se une Honduras, Costa Rica y Nicaragua.

¿Quién dijo FENASTRAS?

Regularmente, los grupos, conciertos e integrantes de Rocker’s Club de El Salvador tuvieron un sobrenombre: “FENASTRAS”, solo por el hecho de que los conciertos de metal eran realizados en el auditorio de esta organización. Pero, ¿cómo inició esto?.

Después de andar errantes por varios sitios, a través de Noel Sánchez (quien después se alejara de la administración de Rocker’s Club), logró un concierto el sábado 16 de abril de 1994, en un espacio situado al costado oriente del mercado Ex Cuartel, llamado FENASTRAS.

Posteriormente, FENASTRAS se convirtió en un sitio permanente para conciertos, de hecho, el movimiento obtuvo oficinas y un cuarto de ensayo, sin embargo, con los terremotos del 2001, Rocker’s Club de El Salvador quedó nuevamente errante, hasta encontrar la Arena de El Salvador.

Ahora, Rocker’s Club de El Salvador cuenta en su directiva con su presidente, Edwin Marinero, pero las bandas que nacen bajo el sello del metal, le proponen más constancia al movimiento, el cual ya no es tan subterráneo como en sus inicios. De tal forma, para celebrar los diez años de la organización, se invitó a la banda mexicana Luzbel, y para este domingo se ha preparado un convivio en la Arena El Salvador con aquellas bandas y personas que han metido leña a esta máquina de metal.

La historia

Edwin Marinero vino a EL DIARIO DE HOY a contar la historia de Rocker’s Club de El Salvador. Después de casi dos horas de recordar el desarrollo del movimiento, él tomó asiento frente a la computadora y escribió esto:

“A través de estos diez hermosos años, Rockers Club ha logrado cambiar el concepto de rockero drogo y en ocasiones satánico, tal como la gente cataloga a los jóvenes amantes de este arte.

Es difícil poder numerar las personas que han sido parte importante en esta misión, de limpiar la imagen, pero ustedes comprenderán que el espacio es insuficiente para agradecer, es importante que sepan que el trabajo realizado por las bandas y organizadores no a sido en vano y que lo más importante es que falta más por hacer…”

Escrito por: Alfonso Reyes
El Diario de Hoy
escenarios@elsalvador.com

http://www.elsalvador.com/noticias/2002/12/28/escenarios/escen5.html